La penetración del retail organizado en Latinoamérica avanza de forma desigual y continúa reflejando brechas significativas entre los mercados más maduros y aquellos donde el comercio tradicional aún domina. Nuevas estimaciones de densidad de tiendas de gran distribución por cada 100.000 habitantes confirman el liderazgo de Colombia y México en capilaridad comercial, impulsado sobre todo por la expansión de formatos discount y supermercados urbanos.
Según las proyecciones más conservadoras, Colombia cuenta con cerca de 7.500 tiendas de distribución moderna para una población estimada de 52 millones de habitantes. Esto se traduce en 14,4 tiendas por cada 100.000 personas, el nivel más elevado de la región. El fenómeno está estrechamente ligado al crecimiento acelerado de cadenas como Tiendas D1, Ara y Justo & Bueno, que han democratizado el acceso al retail moderno en ciudades medianas y zonas periurbanas.
México se sitúa inmediatamente detrás con 13,7 tiendas por cada 100.000 habitantes, resultado de una red muy extendida de formatos de proximidad y conveniencia como Oxxo, además de la fuerte presencia de Walmart, Soriana y otras grandes cadenas que refuerzan la formalización del consumo en las áreas metropolitanas.
Chile y Argentina presentan un grado intermedio de desarrollo. Con 11 y 9,3 tiendas por cada 100.000 habitantes respectivamente, ambos mercados están altamente urbanizados y muestran una distribución moderna concentrada en los centros poblacionales de mayor poder adquisitivo.
En el extremo opuesto, Perú, Ecuador y Brasil registran densidades más bajas, con ratios inferiores a 7 tiendas por cada 100.000 habitantes. Brasil, pese a tener cerca de 12.000 establecimientos modernos, se ve penalizado por la enorme extensión geográfica del país y la persistente relevancia del comercio informal. En Perú y Ecuador la modernización avanza, aunque su tejido comercial continúa dominado por formatos tradicionales.
La comparación regional pone de relieve tres grandes tendencias:
- Urbanización y proximidad como motores del crecimiento. Los países líderes han reforzado los formatos pequeños y de acceso rápido, claves en contextos de mayor sensibilidad al gasto del consumidor.
- Auge del descuento. La penetración del modelo discount se está convirtiendo en un factor determinante para ganar capilaridad y volumen, especialmente en Colombia y, de manera creciente, en México, Perú y Brasil.
- Brechas territoriales persistentes. Incluso en los mercados más avanzados, la expansión del retail moderno sigue altamente concentrada en grandes ciudades, dejando amplias regiones dependientes del canal tradicional.
La próxima etapa de crecimiento pasará por estrategias de conquista del interior y la digitalización del punto de venta, con el comercio electrónico como palanca complementaria más que sustitutiva. Los operadores que consigan equilibrar capilaridad, eficiencia logística y accesibilidad de precios serán quienes definan la nueva cartografía del consumo en Latinoamérica.



















