El tercer trimestre de 2025 en México ha dejado un mensaje contundente para todo el continente: el consumidor latinoamericano está cambiando sus hábitos de compra a una velocidad que muchos mercados vecinos aún no han comprendido. El crecimiento explosivo del Hard Discount, la estabilización del canal de conveniencia y la polarización del sector farmacia no son fenómenos aislados, sino señales de una transformación estructural que está a punto de replicarse desde Colombia hasta República Dominicana. México se ha convertido en un espejo adelantado de lo que pronto ocurrirá en otros países donde el precio, el valor y la eficiencia se han vuelto las variables centrales del consumo.
El desempeño del Hard Discount mexicano es el caso más revelador. Tiendas 3B y Bara están creciendo a ritmos que pocos mercados en el mundo exhiben hoy: más del 30% en ingresos totales y una apertura acelerada de tiendas que recoloca la geografía comercial del país. Esta expansión ocurre en un contexto de contracción del consumo y demuestra cómo el shopper está migrando hacia formatos que ofrecen lo esencial con precios agresivos y una logística simplificada. La experiencia de México confirma que este modelo, nacido de la presión inflacionaria y de la búsqueda de valor, no solo es sostenible, sino que se convierte en un nuevo estándar competitivo. Países como Perú, Ecuador y Guatemala deberían mirar con atención este fenómeno, porque representan los próximos territorios donde un formato así podría escalar con enorme rapidez.
A la vez, el canal de conveniencia se estabiliza pero revela señales importantes. Oxxo logra recuperar crecimiento en tiendas iguales, mientras Círculo K enfrenta caídas derivadas de unidades de negocio menos resilientes. Este comportamiento envía un mensaje clave a mercados como Perú, Colombia y República Dominicana: los formatos de proximidad seguirán siendo esenciales, pero deberán corregir surtidos, pack-sizes y pricing para responder a un consumidor que no está dispuesto a pagar por todo lo que antes consideraba “comodidad”. La lección es clara: la conveniencia debe volverse más eficiente, no más cara.
El sector farmacia en México profundiza esta lectura. Farmacias Guadalajara mantiene un crecimiento estable y una agresiva expansión territorial, mientras Benavides acelera con resultados de doble dígito tras una fuerte renovación de tiendas. Pero la otra cara de la moneda, YZA, muestra que los modelos desalineados con la nueva estructura del consumo pueden colapsar en muy poco tiempo. Después del cierre de más de 400 tiendas en doce meses, su caída en ventas a tiendas iguales confirma que el consumidor, incluso en categorías sensibles como salud y cuidado personal, está revisando su gasto con una mentalidad más racional. Para países como Colombia, donde las cadenas de farmacia son un pilar del retail, y para Centroamérica, que vive una transición hacia formatos más organizados, este caso específico es una advertencia de gran valor.
Lo interesante es que estas dinámicas mexicanas no están ocurriendo en un vacío regional. Colombia es quizás el caso más cercano: el modelo discount ya es maduro con D1, Ara e Ísimo, pero la aceleración mexicana demuestra que aún existe espacio para una segunda ola de crecimiento basada en private label, eficiencia logística y surtidos optimizados.
Perú, por su parte, se encuentra en un punto de inflexión con la rápida expansión de Tiendas Mass, un formato que puede evolucionare hacia un hard discount más puro. Ecuador, Guatemala y Honduras son mercados que todavía dependen del supermercado tradicional, pero que presentan condiciones casi idénticas a las del México previo al boom del discount: consumidores cada vez más sensibles al precio, inflación alimentaria persistente y una oferta moderna que no ha sido capaz de ajustarse lo suficientemente rápido. En República Dominicana, la presión competitiva entre las grandes cadenas indica que una entrada más decidida hacia modelos de valor podría cambiar equilibrios históricos.
